Si tu vida profesional es tan intensa que te obliga a viajar en avión constantemente, ícuidado! Tu piel está en riesgo de deshidratarse y envejecer prematuramente.
Se dice que la cabina de un avión es como un desierto. La razón? El ambiente ahí sólo tiene 15% de humedad.
"Así como la selva o los pols poseen su propio clima, el avión tiene características que lo hacen único. No sólo es seco. Además, los rayos solares, responsables del fotoenvejecimiento, resultan más dañinos debido a la altura", explica Paula Begoun, autora del libro "Belleza de pies a cabeza", y creadora de la firma cosmética que lleva su nombre.
Humectación y protección Prevenir es mejor, asegura Paula, quien en Estados Unidos es considerada una experta en cuestiones de belleza. "Nunca debemos descuidar la rutina de belleza, de modo que nuestra piel esté preparada para afrontar el medio ambiente que sea.
"Si la limpiamos, hidratamos, nutrimos y protegemos correctamente, podremos resistir la humedad o la resequedad del sitio donde nos encontremos", señala la especialista.
Si el vuelo es diurno, existen ciertas recomendaciones que se pueden seguir para que la piel tenga un "buen viaje":
Antes: La noche previa, utiliza un humectante más emoliente de lo que normalmente usas, de modo que el cutis esté preparado para afrontar las horas de resequedad.
Durante: Si te sientas al lado de la ventanilla, aplica productos que contengan protección solar en las zonas que estarán expuestas a ella como rostro, manos, brazos, escote, etcétera.
En viajes cortos, rocía tu rostro con agua revitalizante al menos una vez; para traslados más largos, hazlo cada vez que te acuerdes.
Duerme como en casa
Por otro lado, si tu trayecto requiere que duermas en el avión, considera que debes llevar contigo lo necesario para que puedas realizar tu rutina para el cuidado del cutis.
"Bajo ninguna circunstancia debes olvidar desmaquillar, limpiar, tonificar e hidratar la piel de tu rostro. Tómate unos minutos en el baño para que duermas con la piel limpia. Al despertar, también deberás lavar y humectar tu piel".
Se dice que la cabina de un avión es como un desierto. La razón? El ambiente ahí sólo tiene 15% de humedad.
"Así como la selva o los pols poseen su propio clima, el avión tiene características que lo hacen único. No sólo es seco. Además, los rayos solares, responsables del fotoenvejecimiento, resultan más dañinos debido a la altura", explica Paula Begoun, autora del libro "Belleza de pies a cabeza", y creadora de la firma cosmética que lleva su nombre.
Humectación y protección Prevenir es mejor, asegura Paula, quien en Estados Unidos es considerada una experta en cuestiones de belleza. "Nunca debemos descuidar la rutina de belleza, de modo que nuestra piel esté preparada para afrontar el medio ambiente que sea.
"Si la limpiamos, hidratamos, nutrimos y protegemos correctamente, podremos resistir la humedad o la resequedad del sitio donde nos encontremos", señala la especialista.
Si el vuelo es diurno, existen ciertas recomendaciones que se pueden seguir para que la piel tenga un "buen viaje":
Antes: La noche previa, utiliza un humectante más emoliente de lo que normalmente usas, de modo que el cutis esté preparado para afrontar las horas de resequedad.
Durante: Si te sientas al lado de la ventanilla, aplica productos que contengan protección solar en las zonas que estarán expuestas a ella como rostro, manos, brazos, escote, etcétera.
En viajes cortos, rocía tu rostro con agua revitalizante al menos una vez; para traslados más largos, hazlo cada vez que te acuerdes.
Duerme como en casa
Por otro lado, si tu trayecto requiere que duermas en el avión, considera que debes llevar contigo lo necesario para que puedas realizar tu rutina para el cuidado del cutis.
"Bajo ninguna circunstancia debes olvidar desmaquillar, limpiar, tonificar e hidratar la piel de tu rostro. Tómate unos minutos en el baño para que duermas con la piel limpia. Al despertar, también deberás lavar y humectar tu piel".
No hay comentarios:
Publicar un comentario