Las proantocianidinas son sustancias químicas de la familia de los flavonoides, que se encuentran en las semillas y frutos de las uvas, corteza del pino, hojas de té, y bayas de alimentos comunes como arándanos o grosellas o de plantas medicinales, como Crataegus oxyacantha (Espino blanco).
Estas sustancias actúan como antioxidantes y protegen contra el daño al ADN causado por diversos agentes agresores y toxinas. También han demostrado que retardan el crecimiento de tumores de mama, colon, próstata y cáncer bucal.
Los investigadores probaron las proantocianidinas derivadas de extractos de semillas de uvas sobre líneas de células de tumores de boca y cuello, encontrando que estas sustancias disminuyen significativamente el crecimiento de ambos tipos de tumores, aunque el efecto fue mayor en los cánceres orales. El efecto fue dosis-dependiente, lo que significa que mayores dosis condujeron a menor crecimiento tumoral.
Además, los investigadores mostraron evidencias que demuestran que estas sustancias promueven la muerte celular de los tumores de boca y cuello.
Los investigadores afirmaron que “las quimio y radioterapias utilizadas comúnmente para el tratamiento de los cánceres bucales, a menudo producen severos efectos adversos, que incluyen el daño tisular y malfunción. El descubrimiento y validación de nuevos tratamientos y estrategias de prevención que no produzcan esos efectos adversos, es uno de nuestros principales objetivos a corto plazo”.
“Este estudio demuestra que los principios activos que se encuentran naturalmente en plantas medicinales y bayas comunes, funciona como un efectivo reemplazo de la quimioterapia en muchos tumores”, agregó Mike Adams, autor del libro “The 7 Laws of Nutrition”. “Las personas que consumen bayas frescas y crudas cada día, están reduciendo significativamente su riesgo de presentar cáncer de mama, colon, próstata y otras malignidades.”
“Pero lo que realmente sorprende hoy en día, “es que los oncólogos se mantengan nutricionalmente ignorantes y no tengan ningún conocimiento sobre alimentos y plantas con propiedades antineoplásicas. Por eso, millones de personas son perjudicadas diariamente con sustancias quimioterápicas que son obsoletas e inefectivas. La industria del cáncer convencional es un gran fraude de mercadeo que solo busca obtener ganancias de la enfermedad, en lugar de curarla”, afirmó Adams.
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