Venezuela: El heladero con el record del libro Guiness vende "helados de Viagra"
(Reuters) — ¿Mantecado, fresa o chocolate? No. En los andes venezolanos los fanáticos de los helados disfrutan de sabores más exóticos, que hasta pueden vigorizar su vida sexual.
Ajo, salmón, cerveza, maíz tierno, frijoles negros y Viagra figuran en la surtida lista de 840 creaciones de la heladería Coromoto, en el suroccidental estado de Mérida y cuya audacia ha quedado plasmada en el libro Guiness de récords.
Aunque Manuel Da Silva, creador del local, confiesa que el helado de Viagra no es elaborado con la famosa pastilla estimulante sino con una mezcla de miel y polen, garantiza que el resto de sus preparaciones llevan los ingredientes originales, sin aditivos químicos.
"Esos ingredientes (los del Viagra) son igualmente afrodisíacos", dijo mientras contaba que algunos clientes le han preguntado si puede certificar las propiedades del producto.
Los muy variados compradores se apuestan en las amplias vitrinas para leer los carteles y hallar el mejor sabor a probar entre la oferta de unos 65 por día.
"Creo que es una propuesta interesante (...) aunque a mi esos no me interesan tanto", comentó en su escaso español Benedikt Halfdanarson, un economista islandés de 29 años, quien prefirió un tradicional helado de kiwi.
Mérida, al pie de las montañas más altas de Venezuela, es uno de los polos turísticos donde se ven con mayor frecuencia visitantes europeos, principalmente quienes gustan de deportes de alta resistencia como el rafting y la escalada.
Una pared del local está llena con monedas y billetes de diversos países, fotos, cartas y otros mensajes dejados por los visitantes para perpetuar su paso por el emblemático lugar.
"Me parece muy original. Sabe a lo que dice que es, es muy curioso", dijo la ingeniero española María Delgado mientras degustaba una combinación de Pepsi Cola con flores de naranja.
El comerciante de origen portugués ideó el ahora famoso concepto hace casi tres décadas y prevé que su hija, quien trabaja en la tienda, continúe la tradición.
Da Silva recuerda que el primer experimento que hizo para probar nuevos sabores fue con el aguacate, y comenta que su idea era considerada demasiado alocada para la época.
"Me decían 'oye Manuel, usted está loco' y yo les dije: bueno compañeros, tienen que salir de la rutina (...). Ahora cuando estamos cerrados la gente se pone brava", acotó.
Las preferencias de los clientes están encabezadas por el helado de maíz tierno o jojoto, aunque el comerciante no duda en decir que los fabricados con licores son de los más requeridos, aunque todos tienen salida.
"Aquí no hay helado que se quede frío (que no se venda)", bromeó Da Silva, quien afirmó que el más extravagante que ha realizado es el del picante Ají Chirel.
El comercio abandonó la práctica de dar a probar los diversos helados por las largas filas de personas que se formaban en las afueras del local.
Los cremosos productos varían por temporadas y algunas de las recetas ya no se preparan por falta de insumos. Da Silva dijo que el actual déficit de leche en el país le ha creado algunos temores, aunque hasta el momento ha logrado conseguir el suministro para su tienda.
Entre sus recientes inventos estuvieron los helados en alusión a la Copa América de fútbol, que se jugó este año en el país sudamericano, y que combinaban los colores de las camisetas de las selecciones con sabores típicos de cada país.
Pero según Da Silva, ha bajado el ritmo para seguir presentando innovaciones.
"Antes siempre me la pasaba creando pero como no tengo competencia ya me quedé tranquilo", comentó.
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