A lo largo de la                vida vamos transitando por diferentes etapas, que no consideramos                hasta que llegamos a ellas. Poco a poco y en la medida que iniciamos                una nueva etapa en nuestra vida, tendremos que afrontarla y atrevesar                por ella con la dificultad que implica desarrollar nuevas actitudes                y comportamientos, que nos permitan aceptar, asumir y resolver nuevas                situaciones. Pensaba en esto, a proposito de la experiencia difícil                que enfrentan en estos momentos unos amigos nuestros, que se han                quedado solos en casa, luego de que su único hijo se casó                y levantó vuelo, para empezar a vivir su propia vida.
              Qué difícil es para los padres aceptar esta situacion                en la que ya no podemos proteger a nuetros hijos como antes lo hacíamos,                que ya no podemos más guiarlos de la mano y menos convertirlos                en el único motivo que le dé sentido a nuestra vida.                Soltar a nuestros hijos es una tarea titánica, una lucha                entre nosotros y ellos por amor.
              Si eres padre, estarás de acuerdo conmigo... pero si eres                hijo sometido a la manipulación y presión de unos                padres que no te sueltan, tendrás una visión diferente                de la situación... la otra cara de la moneda.
              Son pocos los padres que asumen una actitud madura y serena, de                respetar las decisiones de sus hijos una vez que se independizan                y construyen su propio hogar.
              En la mayoría de los casos, un padre o una madre con una                actitud sobreprotectora y vigilante del bienestar de sus hijos terminará                inmiscuyéndose en la intimidad de ese nuevo hogar para salir,                al final, herido al ser rechazado por su actitud o sus comentarios.                A muchas personas en la etapa adulta les resulta más fácil                convivir y relacionarse con los amigos que con sus propios padres.                Esta es una ironía de la vida.
              Hagamos algunas reflexiones al respecto Es importante prepararnos                para esa nueva etapa de la vida, ese momento en que tengamos que                dejar ir a nuestros hijos, para que formen un nuevo hogar, respetando                sus elecciones y las reglas que junto con su pareja establecerán                en su nuevo hogar. Descubramos el lado positivo de este cambio,                por ejemplo, ahora dispondremos de más tiempo y energía                para invertir en nuestra relacion de pareja y establecer juntos                una nueva dinámica que nos permita disfrutar más de                la vida.
              Y si estás sólo como padre, entonces invierte en ti                mismo, tendras tiempo de hacer un inventario de lo vivido y hacer                los cambios pertinentes que te permitan mejorar tu calidad de vida,                para sentirte mejor contigo mismo. Conseguir nuevos amigos y revivir                las viejas amistades para compartir momentos agradables y asi enriquecer                tu vida.
              Y así, producto de una nueva vida, les darás más                espacio a tus hijos, para que puedan construir y enrumbar sus vidas                exitosamente. Recuerda que tú también pasaste por                ahí y necesitaste de mucho respeto, apoyo y carino incondicional                de tus padres y familiares !Es tiempo de soltar y comenzar a vivir                a plenitud una nueva etapa en tu vida! ¿Qué esperas?
              Por amor a ellos, en algunos momentos, tendrás que tomar                una respiración suave y muy profunda o contar hasta 200 si                fuese necesario, antes de dejarte llevar por el impulso natural                de opinar, aconsejar, calificar o intervenir de acuerdo con tu punto                de vista y experiencia, sin que te lo hayan pedido. Difícil                de hacer? Sí lo es. Por eso piensa mejor que tu grupo familiar                ha crecido, pues ahora tienes además de tus hijos, a sus                parejas y a esos preciosos nietos que pronto llegarán. Relaciónate                con ellos a través del cariño, de los detalles, de                las frases y comentarios amables, de tu apoyo incondicional y de                tu disposición a disfrutar de todo pequeño gran momento                compartido con ellos sin manipular o hacerlos sentir mal, pues ellos                deben recorrer su propio camino.
              Y si de momento no recibes carino a cambio... Despreocúpate,                no te pongas triste, esa actitud es momentánea, producto                de que están ocupados resoviendo sus problemas, miedos, limitaciones                y conflictos propios de su nueva vida. Anímate, dales su                espacio y date media vuelta a la derecha o la izquierda, para reconocer                y aceptar la presencia amable y carinosa de otras personas que quieran                compartir contigo, como decía Mafalda: "Evita que las                lágrimas por haber perdido el sol, te impidan ver las estrellas".
              Seamos los suficientemente flexibles y maduros para aceptar los                cambios de la vida y permitamos que nuestros hijos adultos tomen                sus propias decisiones y asuman las consecuencias de las mismas,                esa es la ley de la vida.
Evita manipular a tus hijos adultos.
Reconoce sus logros y esfuerzos.
Respeta sus decisiones, aunque las creas equivocadas.
Dales tu apoyo incondicional !Siempre!
Ya no son tus bebes, crecieron y aunque no lo creas pueden conducirse con seguridad y éxito.
Evita competir con la pareja de tu hijo.
Ponte en sus zapatos y escucha sus planteamientos y sugerencias.
Vive tu propia vida, ya cumpliste tu misión, mantente ocupado y productivo, ahora tienes todo tu tiempo para ti.
Los hijos son un regalo que la vida nos da por poco tiempo, disfrútalos al máximo si todavía se encuentran a tu lado... y recuerda la mejor herencia que le puedes entregar a tus hijos es el recuerdo de unos padres felices
No hay comentarios:
Publicar un comentario