
Muy pocas personas creen que una localidad con una superficie de 67 mil kilómetros cuadrados y unos 30 mil habitantes pueda ofrecer tantas opciones a los viajeros, pero a decir verdad, Guanta, ubicada en la zona norte de Anzoátegui, fue pintada con el mejor de los pinceles.
Las cristalinas aguas de sus playas e islas guardan celosamente el recuerdo de miles de venezolanos y extranjeros que las han visitado.
El ingreso a la ciudad es bastante fácil. Si viaja desde Caracas, primero debe entrar a Barcelona, pasar por Puerto La Cruz y ya poco antes de tomar la vía que conduce a Cumaná, el calor de los guanteños le dará la bienvenida. Si parte desde el estado Sucre, debe recorrer toda la carretera nacional que conecta a esa entidad con el estado Anzoátegui. Al finalizar el trayecto, luego de ver impotentes paisajes costeros, una modesta redoma lo incorporará a Guanta.
Para visitar las playas debe trasladarse hasta el muelle La Baritina, en el populoso sector de Pamatacualito, palabra difícil de pronunciar y hasta de leer. En ese lugar lo esperan embarcaciones artesanales que lo trasladarán a los paisajes marítimos más hermosos de la costa oriental.
Tenga presente algo: no necesita grandes cantidades de dinero, pues por el traslado a las islas no llegará a cancelar más de 10 mil bolívares. Si desea acampar, tampoco se preocupe pues el precio por ello -si el Instituto Nacional de Parques (Inparques) lo autoriza- es muy bajo. ¿Preparado para pasarla bien?
Isla de Plata 
                   
De aguas mansas y blancas arenas, Isla de Plata es la más visitada de la zona, no sólo por su belleza sino también por haber sido refugio del pirata Henry Morgan.
                   
Sus 150 metros de playa son suficientes para que el turista quede encantado y disfrute contemplando la agilidad de los alcatraces que se posan en el muelle que recibe a los visitantes, quienes -en su gran
                  mayoría-  se interesan por bucear en las cristalinas aguas.
                 
Este maravilloso lugar está protegido por la Isla Monos y se encuentra a unos siete minutos de la costa; quizá por estar tan cerca de la zona metropolitana de Anzoátegui es uno de las más concurridos durante
                  todo el año. 

                  Conoma
                    
                    Es una de las más extensas de la zona,
                    pues tiene aproximadamente 600 metros
                     de largo. Se caracteriza por su arena fina
                     de color rojizo. Quienes se broncean
                     con más frecuencia en sus orillas
                    son temporadistas de los estados
                     Anzoátegui y Sucre.
                   
                   
Tiene acceso por vía marítima y terrestre; ambas opciones son excelentes para los viajeros. En Conoma la actividad comercial está bastante desarrollada. Al igual que
en los otros balnearios, sus vecinos -la mayoría de ellos provenientes de Valle Seco- venden comidas elaboradas con productos del mar que los visitantes buscan "como pan caliente".
                   
Además, abundan grandes matas de mango criollo que le dan sombra a los bañistas. A diferencia de las otras playas presentadas en esta entrega en Conoma el visitante puede preparar comida y hasta parrilas. 

                  Ña' Cleta 
                   
                    Por lo pequeña que es -no supera
                     los 80 metros de largo-,  quien la
                     visita la siente suya. Esta diminuta ensenada se encuentra a pocos
                    metros del conocido poblado
                    Valle Seco.
                   
                   
                    Su arena fina de color marrón claro es la mejor aliada para descansar, al igual
                     que las cristalinas aguas, que terminan por convencer a cualquiera de que
                     la naturaleza no tiene límites.
                   
                  Posee servicio de comida y sanitarios. Para visitarla debe llegar muy temprano,
                   debido a que sólo entran unas cien personas.

                  Isla El Faro
                   
                    Su nombre se debe al faro ubicado
                     en la parte alta de la isla. La playa
tiene 110 metros de largo, aguas cristalinas y tranquilas, que descansan en arenas doradas. El balneario, ubicado en Chimana Segunda, está
                    en óptimas condiciones y sus aguas
                     son magníficas para la práctica
                    de submarinismo.
                   
                    Hay quienes dicen que en esta isla, ubicada a unos 35 minutos de La Baritina,
                    el calor se siente más que en las otras cercanas.
                   
                  Por ser uno de los balnearios que se encuentra más distante de la costa,
                  es conveniente planificar el regreso antes de las 5:00 de la tarde. 

                  Punta La Cruz
                   
Es una playa de aproximadamente 400 metros de largo, con límpidas aguas en tonos turquesa, y de arena blanca y gruesa. Cuenta con servicio de restaurantes y sanitarios. Durante los últimos años ha ganado muchos visitantes.
                   
                   
Se encuentra a unos diez minutos del embarcadero de La Baritina. Al lugar, rodeado por abundante vegetación, únicamente se llega por vía marítima, aunque es una playa costera.
                   
El visitante se sentirá cómodo, pues cuenta con varios establecimientos de comida, servicio de alquiler de sillas y sombrillas. Es tranquila los fines de semana, pero durante las vacaciones se llena de visitantes.
 Conomita
Conomita
                   
                    Es una bella bahía bordeada de cocoteros. Los turistas no pueden visitarla por tiempo prolongado,
                    pues no dispone de los servicios necesarios para pernoctar; de ahí
                    que se ha convertido sólo en un
                     punto de paso breve para contemplar
                    su particular belleza que hace
                     sinergia con pozas de manantiales
                    que se desprenden de la montaña.
                   
La playa, de cristalinas aguas profundas, tiene medio kilómetro de largo, es de arena gruesa de color beige oscuro y cuenta con un mirador elaborado con madera desde el cual se puede contemplar toda su extensión. La tranquilidad de Conomita hizo que los pescadores la convirtieran en su favorita a la hora de lanzar la atarraya. 
 
 
 
  
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