domingo, 28 de marzo de 2010

La insatisfacción permanente

Algunas personas parece que son incapaces de sentirse satisfechas... siguen pensando en lo que todavía no han conseguido, en lo que no tienen o en las próximas metas que ellas mismas se imponen alcanzar



La insatisfacción puede apoderarse de nosotros silenciosamente, haciéndonos sentir desanimados, frustrados y hasta molestos con la vida que llevamos. Por eso, es necesario darnos cuenta a tiempo para hacer los cambios necesarios en nuestra actitud y comportamiento para recuperar y mantener el control de nuestra vida, y la alegría cada día.


Algunas personas parece que son incapaces de sentirse satisfechas. En lugar de sentirse contentas y motivadas por todo lo que han logrado, siguen pensando en lo que todavía no han conseguido, en lo que no tienen, pero que sí tienen otros, o en las próximas metas que ellas mismas se imponen alcanzar.


Estas personas, muchas veces, se plantean objetivos muy grandes y difíciles de conseguir, y constantemente están experimentando nuevos deseos. A ellas les cuesta trabajo establecer un límite saludable para sus aspiraciones personales y no pueden aceptar que en esta vida no podemos tener todo lo que deseamos al mismo tiempo.


Detrás de esta actitud se esconde una gran inseguridad, que constantemente las lleva a buscar nuevas fuentes de emoción y esfuerzo para sentirse vivas. Esta es la razón por la que unas personas se sienten satisfechas con todo lo que tienen y otras sienten que todavía no han conseguido lo que realmente necesitan y se embarcan en una especie de carrera loca por alcanzar nuevas y más altas metas, perdiendo la capacidad de detenerse a disfrutar de lo que han conseguido.
Búsqueda personalizada