miércoles, 31 de diciembre de 2008

Año Nuevo vida Nueva 2009

Esta es la época del año más oportuna para cerrar ciclos, y abrir otros completamente nuevos y diferentes, tomando la decisión y asumiendo el compromiso de cambiar aquellos viejos hábitos y actitudes negativas por otras que renueven y suavicen tu forma de vivir cada día.

Recuerda que no importa qué tan difíciles o inesperadas sean las situaciones que vivas, siempre contarás con la ayuda, la guía y la compañía de la Divinidad. Pero serás tú quien tenga que asumir el control y la responsabilidad de tu vida, pues sólo
a través de la voluntad, el valor, la determinación, la pasión y la perseverancia,
podrás transformarla y experimentar la plenitud que da la libertad esencial.

Busca siempre el balance, rescata el aprecio y el respeto por ti mismo y por las demás personas, de manera que puedas entregar lo mejor de ti al mundo, comprendiendo que eres un instrumento de la Divinidad al servicio de la vida.

Cómo renovar tu vida

Pon orden en tu vida. Detén tu alocada carrera diaria. ¿A dónde vas con tanta prisa? ¡Ubícate! Ordena tus tareas pendientes por prioridad, haz una lista de lo urgente y lo importante. Piensa con calma qué quieres de la vida, cuál es tu sueño y una vez que lo identifiques, ve por él. Fíjate metas pequeñas a corto plazo y cumple con ellas para que poco a poco alcances metas mayores.

Acepta lo que no puedas cambiar.
El pasado ya no importa, pues ya ocurrió. Abandona los recuerdos negativos, vive tu duelo, perdona y libérate del peso emocional que por tanto tiempo cargaste. Comienza de nuevo, puedes mejorar tu situación personal; toma tiempo, pero es posible superar cualquier dificultad. Aprende a ver los inconvenientes como oportunidades y procura darle una respuesta creativa a cada situación.

Practica el agradecimiento. Lo más importante de todo lo que está ocurriendo en este momento es que estás vivo, lo que es un regalo: algo tienes que hacer,
Tienes alguna misión por cumplir. ¿Qué esperas? Agradece los dones y los regalos que día a día te ofrece la vida, reconócelos y haz buen uso de ellos. Muchas veces tenemos más de lo que en realidad podemos disfrutar; aprendamos a valorarlo.

Disfruta de tus seres queridos. No permitas que las obligaciones y preocupaciones te hagan perder de vista el regalo de compartir momentos de calidad y disfrute con tus seres queridos. Puedes compartir la preparación de los alimentos, la lectura de un libro, un par de horas viendo una película, el cuidado del jardín, un paseo al aire libre. Lo importante es el contacto, el compartir y el amor.

No pienses tanto. Vamos, no pienses tanto las cosas... Planifica bien, revisa una vez más y actúa. Recuerda que mientras más vueltas le das en la cabeza a una idea
o a una situación, más se extiende el dolor o la confusión. Además, al final quedarás paralizado y sin saber cuál es la decisión correcta. Distrae tu mente, lee un buen libro, escucha música; no dejes que tu cabeza se llene de preocupaciones.

Perdona a tus enemigos. Mientras guardes el recuerdo de lo que te hicieron, te mantienes preso del pasado y afectado por ese suceso. Cierra los ojos, recuerda la imagen de la persona, cuéntale mentalmente sobre tu malestar y lo que esperabas que sucediera... Al final, dile que le perdonas e imagina que sonríe. Repítelo cuantas veces sea necesario para dejarlo en el pasado y sentirte libre de ese recuerdo.

Recibe cada día con una sonrisa. Coloca tu reloj despertador 15 minutos antes de la hora acostumbrada, para que te levantes sin la sensación de no tener el tiempo para estirarte un poco, dar las gracias por un nuevo día, intercambiar caricias
y frases amables con tus seres queridos, tomar una ducha un poco más larga que de costumbre y renovar con ella el entusiasmo y tu sonrisa.

Vuélvete un elemento conciliador. Procura facilitar con tus comentarios y actitud, la buena comunicación, el entendimiento y el acuerdo entre las partes en conflicto. Evita la crítica y los juicios, especialmente cuando no van dirigidos a aportar o solucionar alguna situación. Mantente siempre atento a encontrar las semejanzas y los puntos en común para trabajar en todo momento por los acuerdos, la tolerancia y la unión.

Baja el nivel de expectativas. Deja de pensar en lo que ocurrirá después, lo que recibirás más tarde, lo que te dará una persona en particular... Muchas veces estar atentos a lo que esperamos nos impide disfrutar lo que tenemos y nos genera la ansiedad de la espera, sumada a la incertidumbre propia de algo que no está en nuestras manos resolver o manejar. Vive en el aquí y ahora.

Saca la violencia de tu vida. Aprende a canalizar el estrés, la tensión o la preocupación; no permitas que se conviertan en malhumor o rabia, porque te volverás irritable o violento muy fácilmente. No te descargues con los seres que amas, especialmente evita hacerlo con tu pareja y tus hijos... Sana tus heridas emocionales. La violencia nos marca y nos vuelve resentidos o inseguros para toda la vida. ¡El maltrato no es amor, evítalo!

Refuerza tu autoestima. Haz una lista de tus cualidades y escríbelas en forma afirmativa como: “Soy una persona capaz”, “Soy agradable”. Si te cuesta trabajo encontrar tus cualidades, puedes apoyarte en alguien que te quiera incondicionalmente para que te ayude a completar tu lista. Léela cada vez que te sientas con el ánimo bajito. Valórate, respétate, aprende a decir que no y atrévete a establecer límites.

Expresa tus sentimientos. Si aprecias o admiras a una persona, díselo sin reservas. Si amas, demuéstralo, no tengas miedo de expresarlo, mucho menos de entregarlo. A veces se te olvida lo importante que puede ser para todos el que una persona nos diga frases como: “Sé lo que estás haciendo y te admiro”, “Cuenta conmigo para lo que sea”, “Eres muy especial para mí”. En fin, son frases que nos hacen sentir queridos.

Muéstrate servicial y solidario. Cuan- do alguna persona requiera de tu ayuda, muéstrate siempre dispuesto a colaborar; hazlo de buena manera y con la mejor disposición. Recuerda que la vida se encarga de devolvernos lo que damos a otros en el momento en que más lo necesitamos. Ningún esfuerzo positivo se pierde, aun cuando no te lo agradezcan o reconozcan en el momento.

Ten una rutina de ejercicios. Es importante que incorpores a tu rutina diaria un espacio para practicar algún tipo de ejercicio físico. Puedes caminar con buen paso durante 45 minutos diariamente, asistir a un gimnasio, montar bicicleta o nadar. Lo importante es la disciplina y la constancia al momento de practicar; eso te ayudará a liberar el estrés, la preocupación, a oxigenar tu cuerpo, a aumentar la vitalidad y aclarar tu mente.

Practica la oración consciente.
Haz una oración en voz alta o enciende una vela, como cuando eras pequeño... Conectarnos con la presencia de Dios en nuestro interior, nos hará sentir protegidos y nos desconectará del temor. Comienza toda oración con agradecimiento por cada pequeño o gran regalo que hayas recibido durante ese día, y al final, si tienes alguna petición que hacer, realízala desde el corazón.

Rituales para cerrar un ciclo y abrir otro

Algunas personas disfrutan de hacer pequeños rituales para despedir un año y recibir otro nuevo. Inclusive continúan repitiendo aquellos que aprendieron desde niños, o toman la decisión de crear otros. Lo importante es que conscientemente busquemos el medio que nos permita mejorar nuestro estilo de vida y disponernos con la mejor actitud a crear y merecer nuevas y mejores condiciones para el desarrollo de nuestra vida.

En una libreta pequeña, escribe en cada hoja, una a una, las actitudes, las creencias, los temores, las emociones o el comportamiento que no deseas tener en tu vida personal y familiar. Luego quémalos en un lugar seguro, imaginando que de esta manera desaparecen de tu vida.

En otras hojas de la misma libreta, anota en cada página, uno a uno, los propósitos, los hábitos, los pensamientos, las cualidades, las metas y los sueños que quieres incorporar en tu estilo de vida. No olvides escribir en primera persona y en forma afirmativa. Al final puedes compartir estos últimos papelitos con tus seres queridos, sumando mientras los intercambian, buenos deseos y sentimientos. Al final, recuperen los suyos y guárdenlos en un lugar seguro.

Cierren los ojos y den las gracias como si ya hubiese ocurrido. Un abrazo colectivo de “oso”, siempre cae muy bien y sirve para cerrar los compromisos.

Círculo del aprecio

Puedes hacer este ejercicio con personas que conoces bien, con tus familiares, amigos o compañeros de trabajo o estudio. Es un pequeño ritual para fortalecer las relaciones y crear bienestar y felicidad.

Sienta a todos tus invitados en círculo. Elige a la persona que comenzará y colócala en el centro, pídele a todos que espontáneamente le digan frases o comentarios positivos llenos de gratitud, reconocimiento o cariño. Una vez que las personas que quieren decir algo lo hagan, continúen cambiando a la persona que está en el centro, hasta que todos hayan pasado.

Existen cuatro reglas que hay que respetar:

Los comentarios deben ser positivos y sinceros.
l Nadie puede interrumpir el diálogo o agregar algún comentario.
Aquellos que no tengan algo que decir pueden permanecer en silencio.
Si eres la persona que en el centro recibe los cumplidos, debes evitar
minimizarlos o rechazarlos, aprende a aceptarlos, agradecerlos y disfrutarlos.

¡Que este nuevo año te traiga, bendiciones, felicidad, paz interior, amor y trascendencia, para compartir con tus seres queridos y con todos nosotros!






Abre tus alas y comienza de nuevo

“Un gusanito iba caminando en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un duendecillo,
-¿Hacia dónde te diriges?— le preguntó
Sin dejar de caminar el gusanito contestó:
-Anoche soñé que desde la cima veía todo el valle. Me gustó lo que vi y he decidido realizarlo.
El duendecillo dijo:
-Debes estar loco, ¿cómo podrás llegar hasta ese lugar si eres una simple oruga?; para ti una piedra será una montaña— . Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. De pronto se oyó la voz de un escarabajo:
-¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño?—. El gusanito jadeante respondió:
-Tuve un sueño y deseo realizarlo— y entonces le contó.
El escarabajo soltó una carcajada y dijo:
-Ni yo con estas patas tan grandes intentaría una empresa así de ambiciosa—. La oruga continuó su camino.
Del mismo modo la araña, el topo, la rana y el conejo le decían:
-No lo lograrás jamás.
Pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir. Después de caminar y caminar, agotado y sin fuerzas decidió detenerse para descansar. ‘Estaré mejor aquí’, fue lo último que dijo y murió.

Todos los animales se reunieron en torno a los restos del animal más loco del valle, y consideraban el hecho una advertencia para los atrevidos. De pronto la concha comenzó a quebrarse y aparecieron unos ojos y una antena, poco a poco fueron saliendo las hermosas alas de una espléndida mariposa.

No había nada que decir, pues todos sabían que se iría volando hasta la gran montaña, realizando así sus sueños”.

Estás aquí y ahora, siendo el protagonista activo de tu transformación. Pensar en este momento que sólo el término de un año traerá como consecuencia un nuevo ciclo significa que no hemos descubierto el verdadero sentido de lo que hemos aprendido. No podemos confundir la verdad, ni pensar que en algún momento perderá su vigencia. Tendremos siempre la ayuda, el apoyo y la compañía de la Divinidad, pero el trabajo hay que hacerlo con responsabilidad, valor, determinación, convencimiento y perseverancia. Así que no te canses, no abandones, no te desanimes; no pienses, ni por un instante siquiera, que no vale la pena seguir adelante. Algunas situaciones cambiarán y otras terminarán para dar paso a otras nuevas y mejores, ábrete para aceptarlas y para recibirlas. Podemos alcanzar nuestras metas, rescatar y mantener el balance en nuestra vida y, al mismo tiempo, podemos recuperar la confianza y el aprecio por el ser humano, además de conectarnos con nosotros mismos para querernos y valorarnos más, entregar lo mejor al mundo y tener una vida plena.

Hoy eres elegido para convertir tus sueños en realidad, para sonreír, para perdonar, para vivir con amor, para dar sin esperar recompensa alguna, para rociar un perfume suave de reconocimiento, detalles, gestos y palabras amables, para ser un elemento conciliador y así brindar a otros paz, amor y esperanza.

Claves para tener una vida mejor
Deja el pasado atrás. Sobretodo si fue difícil o doloroso. Aprende a vivir en el presente, aquí y ahora. Perdona y suelta, guarda sólo el aprendizaje que te dejó esa situación. Permite que tu corazón sane y comienza de nuevo… Este es el mejor momento para reconciliarnos con el pasado y ser libres, para vivir un nuevo año.

Vive con valor. No permitas que el temor sea la emoción que te impulse a tomar decisiones equivocadas en tu vida. Fortalece la confianza en ti mismo y la fe en la Divinidad, de manera que puedas vencer o superar cualquier situación difícil o inesperada a la que te enfrentes. Recuerda que la mayoría de las veces los temores existen sólo en tu mente.

Atrévete a soñar. Tener una meta le da dirección y sentido a nuestros esfuerzos diarios. ¿Cómo te quieres sentir?, ¿cómo quieres vivir?, ¿en qué te gustaría invertir el resto de tu vida? Responder a algunas de estas interrogantes te ayudará a crear un plan de acción. Recuerda sentir pasión por lo que hagas y tener voluntad, disciplina y constancia para convertir tus sueños en realidad.

Siembra paz y amor a tu alrededor. Entrega y comparte lo mejor de ti: una sonrisa, un gesto amable, un acto de bondad, un detalle, una frase amistosa y optimista; esto puede ser suficiente para suavizar, refrescar o fortalecer la vida de alguien. Recuerda que quien te devuelve lo que compartes con los demás es el Universo, y no la persona a quien se lo das.

Asume la responsabilidad de tu vida. Deja de buscar culpables de lo que te pasa; evita sentirte víctima de los demás; ya no te quejes ni te lamentes todo el tiempo. Recuerda que tú eres la causa que genera o atrae las situaciones que te toca vivir. Si quieres mejorar o transformar tu estilo de vida necesitas cambiar algunas de tus creencias, tener pensamientos más optimistas, mejorar tu actitud, vencer algunos de tus temores y ajustar tu comportamiento para que sea el reflejo de tus valores esenciales.

Al igual que la crisálida rompe esa caparazón que te tiene encerrado y sal a una nueva vida como la mariposa, mostrando todos tus colores y la libertad esencial…¡Enciende tu luz y a ayuda a otros a recuperar la esperanza!

martes, 30 de diciembre de 2008

Se parte de la Solucion

Muchas veces en nuestras vidas nos encontramos frente a frente con situaciones verdaderamente críticas, en donde de un momento a otro, sin avisar, el cielo se nos cae a pedazos y el mundo se cierra, todo se pone en nuestra contra e irremediablemente sentimos que vamos en caída libre, sin que nada nos detenga.
Nos abrumamos ante la crisis y nos acobardamos ante la pérdida, nos convertimos en un manojo de nervios, incertidumbre y pánico. Los problemas se acumulan, el tiempo se acaba y todas las circunstancias difíciles se juntan y de la peor manera posible.

Pero a pesar de que la situación sea muy crítica, lo más grave es que nuestra reacción exagerada de pánico, pesimismo y angustia, complica mucho más el problema y hace que sea más difícil de sobrellevar y solucionar la desagradable situación. Sólo la calma y la serenidad, además de una actitud optimista, una confianza plena en nosotros y en la vida, un plan de acción concreto y realizable, y una acción serena y continua, serán las herramientas que paso a paso nos lleven a puerto seguro.

Cuide su actitud: No se ponga demasiado pesimista. Es normal que perdamos confianza y veamos todo negro, pero recordemos que si entramos en negativismo total, dedicándonos a renegar y a compadecernos de nosotros mismos, quejándonos y magnificando la situación difícil, perdemos la perspectiva y matamos cualquier iniciativa que nos ayude de alguna manera a superar nuestra crisis.
Tampoco abandone sus sueños, es normal que tendamos a protegernos y desanimarnos, pero recordemos que todo siempre pasa, sólo tenemos que tratar de mantenernos firmes y tratar de pasar el mal momento de la mejor manera y sobrevivir, afectándonos lo menos posible mientras amaina la tempestad. Ponerse demasiado optimista es también peligroso, pues si perdemos nuestro polo a tierra y nos volvemos soñadores, evadiendo la realidad, esto impedirá que actuemos con buen criterio y determinación. Recordemos que si no tomamos una decisión y acción inmediatas, las cosas se van complicando más y más, pues de verdad las cosas usualmente no se arreglan solas casi nunca.

Miremos desapasionadamente la situación, consultemos con los amigos o expertos, si es el caso, y busquemos una salida con confianza y fe tratando de tomar decisiones sanas.

Ni rabia ni miedo: Las dos emociones más destructivas que siempre acompañan las crisis, son la ira desenfrenada y el miedo paralizador.

Aunque los hechos sean desoladores debemos mantener siempre la cabeza fría, evitar la rabia y nunca agredir a los nuestros (familia o colaboradores), sin importar la presión o el estrés que estemos soportando. Mantenernos unidos es vital. El echarnos culpas, el regañar o el gritar los unos a los otros no mejora la situación, sólo la empeora. Tratemos de canalizar nuestra frustración y tranquilizarnos; es fundamental permanecer unidos sin agredirnos a pesar de la adversidad. El miedo es también un gran obstáculo para sobrellevar las crisis. El pánico nos impide pensar con claridad, además de que nos paralizará y evitará que tomemos cualquier acción. Asimismo, nos llevará a sufrir el doble con un gran desgaste emocional.
Para combatir el miedo, hágase estas preguntas: ¿Qué tan posible es que me pase lo que tanto me preocupa? ¿Qué puedo hacer para minimizarlo o evitar que eso pase? ¿Y si pasa, qué? En verdad, ¿a qué le tengo miedo?

Es aconsejable tomarse unos momentos para reflexionar y, de ser posible, conversar con un buen amigo que nos dé otra perspectiva de la situación. Unas palabras de aliento o una opinión diferente a la nuestra aclaran los pensamientos y nos permiten ver elementos que antes no veíamos a pesar de ser absolutamente obvios.

Siempre hay tiempo: Cuando enfrentamos una situación de crisis, corremos sin cesar y sin saber a dónde, tenemos una falsa sensación de acoso, corremos sin ton ni son. Lo mejor es detenernos un momento y pensar con calma a pesar de la situación, ahorrar energía y tiempo, evaluar lo que disponemos y lo que nos falta y después actuar con tranquilidad y seguridad, la calma en estos momentos es vital.
Disponga lo mejor que pueda de lo que tenga en donde esté. Con limitados recursos y ante todo pronóstico trate de salir adelante, en eso radica la diferencia entre un ganador y un perdedor. Agudice su ingenio, déle rienda a su creatividad, duplique o triplique su esfuerzo, anímese y sin mirar para atrás salga con todas sus fuerzas de esa situación difícil. Siempre se puede. Recordemos que el que no sale a ganar ya ha perdido.

Todo pasa. La rueda de la vida es un continuo subibaja, todo es cuestión de tiempo, lo importante es sortear los momentos difíciles inteligentemente. Espere y prepárese para cuando llegue una nueva oportunidad. En muchas ocasiones lo tenemos todo y no logramos vivir plenamente. Y entonces nos llegan situaciones inesperadas, que en principio parecen negativas, aunque son verdaderas bendiciones. Después, en el tiempo, cuando hayamos dejado atrás esos instantes de crisis que parecían insuperables, sonreiremos y las recordaremos sólo como dulces experiencias, al ver cómo salimos airosos de ellas.

Jackie :D

Disfruta de un sano Juicio

En estos dias estaba haciendo una fila en un supermercado, mientras dos personas delante de mí conversaban animadamente. Lo sorprendente es que hablaban y juzgaban con dureza a una tercera persona que no estaba presente. Escuchándolas pensé: Que fácil es juzgar con ligereza a otra persona, sin habernos colocado en su lugar o sin haberle preguntado directamente acerca del porqué de su decisión o comportamiento en un momento dado.

Muchas veces juzgamos y hacemos críticas sobre el comportamiento y las actitudes de los demás, creyendo que conocemos las razones por las que actúan de esa manera. Pero, ¿realmente sabemos lo que están pensando o sintiendo los demás internamente?

Solemos tener una mala opinión o impresión de alguien, cuando no es afín con nuestras expectativas y preferencias o cuando su comportamiento no concuerda con nuestros valores o prejuicios. Por estas razones nos cuesta tanto respetar y aceptar las diferencias que tenemos con los demás, al momento de establecer una relación con ellos. Además, a ciertas personas les encanta dejarse llevar por su imaginación para juzgar a otros y lo más grave es que se atreven a compartir con los demás sus juicios sin ninguna responsabilidad.

A veces nos cuesta respetar y aceptar a otros, debido a los hábitos que creamos en la infancia para protegernos contra las experiencias dolorosas que no supimos cómo asimilar en ese momento. Pero comprender este mecanismo, puede ayudarnos a ir más allá del juicio para mejorar nuestra relación con los demás.

En la mayoría de los casos juzgamos a otros, en función de las experiencias que tuvimos en el pasado y no por lo que sentimos o interpretamos en el momento presente. Esto quiere decir, que algunas personas se quedan atrapadas en los patrones que de forma automática y prejuiciada, emiten un juicio sin analizar la situación y sin darle muchas veces la oportunidad a la otra persona de dar una explicación.

Todas las situaciones que vivimos emocionalmente y con una cierta intensidad nos marcan y se convierten en la información que usaremos muchas veces de forma automática para interpretar una situación, sin que nos demos cuenta de ello. Por esta razon, a veces fluimos llenos de bondad y simpatía hacia las personas y el mundo, y otras lo hacemos llenos de autocrítica y hostilidad. Aprender el arte de no juzgar nos ayuda a estar en paz con nosotros mismos y con los demás.

Cuando confiamos en los demás y los aceptamos como son sin emitir juicio alguno al dejarnos llevar por la primera impresión, abrimos una puerta para que todo a nuestro alrededor mejore.

Claves para no juzgar
Acepta a los demás como son. Es muy importante recordar que cada uno de nosotros tiene un criterio y un comportamiento diferente, y esto no significa que no podamos relacionarnos con ellos. No podemos esperar que los demás actúen como nosotros queremos que lo hagan.

Encuentra los puntos en común. Cuando en lugar de fijarnos en las diferencias, buscamos las características positivas y afines que tienen los demas, la relación se vuelve más armónica y enriquecedora.

Piensa en lo desagradable que es juzgar. Haz la prueba: piensa en una persona que conoces con alguna característica que no te gusta, mientras lo haces reconoce la sensación en tu cuerpo... ¿Cómo te sientes con respecto a esa persona? Verás que tus sensaciones son negativas. Deja de producirlas.

Recuerda que juzgar nos deja solos. Cuando emitimos juicios sobre otras personas, nos quedamos solos y separados de ellas. Si mantenemos una actitud crítica y negativa llegará el momento en que no podamos encontrar personas afines con quienes compartir la vida.

Concentra la atención en ti mismo. Cuando dejamos de fijarnos en lo que hacen los demás y prestamos más atención a lo que hacemos nosotros, nos volvemos más asertivos, respetuosos y tolerantes con nosotros mismos y con las demás personas.

No te dejes llevar por la primera impresión. Recuerda que muchas veces la primera impresión que tomamos de una persona está afectada por nuestros prejuicios. Es importante darle una segunda oportunidad para que a través de la actividad compartida y el intercambio de ideas, puedas realmente conocer más de una persona. Tal vez descubras que tu primera impresión estaba equivocada.

Aprecia y agradece. Si aprendes a reconocer y apreciar la diversidad de todo lo que te rodea, aun cuando sea diferente de lo que esperas, te enriquecerás como ser humano y en el intento de comprender y disfrutar de las diferencias sin juzgar, desarrollarás la paciencia y la tolerancia necesarias.

La vitamina E

La vitamina E, también conocida como la vitamina de la juventud y la belleza, es el más antiguo antioxidante que se conoce. Y te preguntarás... ¿Por qué deben ser importantes para mí los antioxidantes? Son sustancias producidas por el organismo y que también podemos encontrar en multitud de alimentos, en algunos, en dosis más abundantes que en otros. Entre las múltiples propiedades beneficiosas que se les atribuyen están: prevenir el envejecimiento, prolongar la esperanza de vida, mantener la piel joven, fomentar la vitalidad y combatir la pérdida de memoria. Factores que te interesan prevenir desde ¡ya!

Podrás librarte de los granitos
El plan de alimentación que te proponemos está elaborado para dos semanas y, si eres fiel en su seguimiento, en este plazo notarás cambios, sobre todo, en tu piel. Tendrá un aspecto más radiante. Y, si tienes problemas de granitos, éstos aparecerán en menor cantidad e irán desapareciendo poco a poco. ¿Lo mejor de todo? Que vas a matar dos pájaros de un tiro: renovar las células de la epidermis y perder algún kilito que otro, pues esta dieta contiene pocas calorías, 1.350 kiloscalorías cada día.

Y también rebajar algunos kilos
La vitamina E es muy importante en las dietas de adelgazamiento, ya que desdobla las grasas, incrementa la eficiencia del oxígeno, es vital para el funcionamiento del sistema nervioso, rige el equilibrio en la mujer embarazada, y es muy recomendable en mujeres con problemas menstruales.

También es útil después de pasar una operación y para aquellas personas con una circulación sanguínea pobre y várices.

Pero ¡cuidado! Se desaconseja tomar suplementos de vitamina a las personas con la tensión alta, a diabéticos, y personas que están tomando anticoagulantes, aunque su aporte en una dieta equilibrada no perjudica en absoluto.

Primera Semana
Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza.l Café o té. l 1 tostada de pan integral con mermelada sin azúcar.
Almuerzo l 150 g de salmón fresco asado al horno en su jugo con aceite de oliva y zumo de limón. l Ensalada al gusto.
Cena l Ensalada de remolacha y cebolla. l 1 muslo de pollo cocido sin piel.l 1 manzana asada.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té.l 1 vaso de leche descremada con cereales integrales con mermelada sin azúcar.
Almuerzo l Puré de verduras. l Bistec de ternera cocinado a la plancha y condimentado con finas hierbas.
Cena l 70 g de arroz cocido aliñado con una cucharada de aceite de oliva, queso rallado y lechuga. l 1 pera.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 1 tostada de pan integral con mermelada baja en calorías.
Almuerzo l Pasta cocida con verduras, aliñar con una cucharadita de aceite
de oliva y unas hojitas de albahaca.
Cena l Espárragos blancos aliñados con limón y hierbas. l 1 huevo cocido.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo
y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 30 g de queso fresco a libre elección.
Almuerzo l Ensalada de tomate, alcaparras, maíz y atún. l 1 kiwi
Cena l 1 tortilla francesa, puedes añadirle unas hierbas o cebollín. l 1 manzana asada en el horno (sin azúcar).


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 1 tostada de pan integral con mermelada ligth.
Almuerzo l Pollo asado sin piel y con tomillo. l Judías verdes cocidas aliñadas con una cucharadita de aceite de oliva y limón.
Cena l Consomé de verduras a libre elección. l Merluza hervida y aderezada con unas gotitas de limón.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l 1 taza de leche descremada con cereales integrales sin azúcar.
Almuerzo l 100 g de cordero al horno en su jugo. l Ensalada de lechuga y tomate.
Cena l 1 filete de pargo a la plancha con guarnición de verduras. l 1 ración de piña natural bien fresca.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 1 tostada de pan integral con mermelada baja en calorías.
Almuerzo l 1 pescado blanco al horno. l Ensalada de pimientos rojos y verdes asados al horno.
Cena l Consomé de verduras a libre elección. l 2 lonchas de jamón serrano.

Segunda Semana
Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l 1 taza de leche descremada con cereales integrales sin azúcar.
Almuerzo l Tallarines salteados con brócoli previamente cocido y ajos. l 1 kiwi.
Cena l 1 tortilla francesa con verduras.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen
de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 30 g de queso fresco.
Almuerzo l Piña natural con una lonja de jamón serrano. l 1 bisteck
de ternera a la plancha aliñado con tomillo.
Cena l Merluza hervida. l Lechuga. l Gelatina (postre).




Desayuno
l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 1 tostada de pan integral con mermelada light.
Almuerzo l 1 bisteck de ternera a la plancha. l Revuelto de huevos con champiñones y guisantes.
Cena l Sopa de fideos. l 1 huevo cocido.



Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 1 tostada de pan integral con mermelada light.
Almuerzo l 1 filete de 150 g de algún pescado blanco a la plancha. l Acelgas previamente cocidas, condimentadas con ajo y cebolla.
Cena l 1 filete de pavo a la plancha. l Piña natural.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l 1 vaso de leche descremada con cereales integrales sin azúcar.
Almuerzo l Ratatouille de verduras a libre elección con trozos de ternera.
Cena l Pescado asado al horno con lechuga. l 1 yogur descremado.


Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l Café o té. l 1 tostada de pan integral con mermelada light.
Almuerzo l Atún con tomate. l Judías verdes cocidas y condimentadas con una cucharadita de aceite de oliva y limón.
Cena l Ensalada de lechuga, tomate, alcaparras y mejillones al natural. l 1 manzana asada.



Desayuno l 1 zumo de zanahoria y naranja, añadir una cucharada de germen de trigo y otra de levadura de cerveza. l 1 vaso de leche descremada con cereales integrales sin azúcar.
Almuerzo l Crema de calabacín. l Ternera en su jugo.
Cena l Tortilla francesa de verduras a libre elección. l 1 kiwi.

Todos los días de la semana
Media Mañana


15 g de pipas de girasol sin sal.
l 3 nueces.



Media Tarde

l 1 taza de té.



Rescatemos los momentos Agradables

Hace unos dias tuve la maravillosa oportunidad de volver a caminar por uno de los lugares que más disfrutaba cuando era niña: el Parque del Este, Sabana Grande, y otros. Me sorprendió la capacidad que tiene nuestro cerebro de guardar los recuerdos de tantos momentos que vivimos con intensidad y emoción. Volví a conectarme a las sensaciones que experimenté en ese tiempo, encontrándome de nuevo en el mismo lugar... muchos años después. Si pudieras hacer un breve inventario de todo lo que has vivido, estoy segura de que disfrutarías de muchos recuerdos y sabrías que ha valido la pena volverte a conectar a ellos.

Deberíamos recuperar algunos de los recuerdos más agradables de nuestra vida, no sólo para atesorarlos, sino para compartirlos con nuestros hijos y con nuestros nietos, con la firme intención de hacerlos partícipes de nuestra historia. Podemos transmitirles una herencia emocional positiva, que los motive a continuar construyendo día a día la historia afectiva de nuestras vidas. Yo todavía recuerdo aquellas reuniones pequeñas pero familiares, donde todos, montados encima de la cama de nuestros padres o reunidos en torno a la mesa, escuchábamos las historias divertidas de ellos cuando eran pequeños, nos reíamos y pasábamos un buen rato juntos, conociendo un poco de nuestras raíces.

Cuando nos conectamos a los recuerdos gratos, divertidos y positivos que todavía tenemos guardados en nuestra memoria, nos sentimos llenos de un sentimiento cálido y agradable que nos confiere la tranquilidad, el gozo y la seguridad personal que nos hacen falta en un momento dado. Hagamos uso consciente de esta herramienta, para recuperar la fortaleza y el ánimo necesarios para superar los momentos bajitos y oscuros de nuestra vida. Recordemos que siempre podemos levantarnos de nuevo para volver a empezar.

Cuando volvemos a los lugares que recorrimos en la niñez, nos sorprende descubrir que no eran como los recordábamos... la mayoría de las veces los vemos más pequeños o más oscuros, antiguos, vacíos, lejanos o solitarios... en ese instante, nos damos cuenta de que nuestra perspectiva e interpretación de la vida ha cambiado. ¿Alguna vez has tenido esa sensacion?

Te invito a refrescar algunos de tus recuerdos más queridos. Y si descubres que tu vida tenía más color, alegría, risas, aventura, asombro y diversión que la que tienes ahora o tienen tus hijos... te sugiero que hagas algo ahora mismo, para cambiar un poco tu estilo de vida, recupera algunos de los hábitos, las creencias y los elementos que te hicieron tan feliz en ese tiempo. Deja de sufrir, evita el conectarte a los recuerdos dolorosos del pasado, aferrarte a las preocupaciones o llenarte de pensamientos e ideas negativos y fatalistas con respecto a tu futuro. La vida está ocurriendo en este instante y tu responsabilidad es disfrutarla. Por eso... Toma una ducha larga, o cámbiate de ropa, o camina descalzo por el jardín, o córtate el cabello, cambia los muebles de tu casa o simplemente llama a un amigo e invítalo a compartir contigo, tomándose un café, algunos de los recuerdos que vinieron a tu mente, renuévate y disponte a ser feliz. ¡Tú puedes cambiar el curso de tu vida si renuevas las ganas de vivir y soñar!

Para suavizar tu vida:
- Recupera las fotografías —o el video— que tengas guardadas desde hace muchísimo tiempo. Ordénalas y compártelas con tus seres queridos.
- Crea una reunión familiar para estimular el recuerdo de los momentos divertidos que vivieron juntos. Hazlo cuidando de no hacer comentarios que hieran o toquen la sensibilidad de los demás.
- Visita a los abuelos con tus hijos de vez en cuando. Anímalos a compartir con tus hijos el recuerdo de algunas de las tradiciones familiares.
- Disfruta a solas del recuerdo de un buen momento. Permite que tu mente viaje a través del tiempo y disfruta la sensación de volver al reencuentro de tan bellos sentimientos.
- Cuando recuerdes a una persona de manera especial, hazle una llamada o envíale una nota para compartir con ella tu recuerdo. Aprovecha la oportunidad para expresarle tu cariño y gratitud.
- Comparte con tu pareja el recuerdo de situaciones divertidas o especiales en tu vida. Presta atención al compartir espontáneo y a veces emotivo que te hace tu pareja; es una forma de hacerle sentir querido.
- Compartir con tus hijos el recuerdo de algunas situaciones que viviste y cómo te sirvieron para madurar y mejorar tu comportamiento los acercará a ti y fortalecerá el vínculo de la comunicación, la confianza y el respeto.

Estas listo para otra oportunidad

Muchas personas después de experimentar un cambio brusco de vida, se ven en la necesidad de enfrentar una nueva etapa. Es en ese momento cuando se preguntan: ¿Qué hago? ¿Cómo voy a vivir el resto de mis días? Tengo una amiga, que estaba en la cima de su carrera como ejecutiva, había alcanzado el nivel profesional que tanto deseó en los últimos años, tenía una buena pareja, disfrutaba de un cómodo estilo de vida... Un día tuvo un fuerte accidente y despertó con las dos piernas paralizadas, además de muchas heridas. Le tomó un año recuperarse para volver a caminar, pero en ese proceso perdió a su pareja, su trabajo y a la mayoría de sus amigos, además de las ganas de vivir y hasta el rumbo que llevaba su vida. Gracias al apoyo que le brindaron sus familiares y a las sabias palabras de un buen consejero, comprendió que necesitaba cambiar de vida. Así que tomó la decisión valiente de salir adelante. Inició un proyecto totalmente diferente.

Hoy tiene un taller de artesanos donde le da rienda suelta a su creatividad, le ofrece la oportunidad a otras personas de aprender y compartir la experiencia.

Ella al igual que otros, es un ejemplo y un motivo de estímulo para recordarnos que siempre podemos darnos una segunda oportunidad a pesar de las circunstancias adversas.

Sentir temor frente a lo desconocido o rabia y resentimiento frente a lo que vivimos tan inesperadamente, es natural... Mas lo importante es que después de haber vivido el duelo necesario podamos impulsarnos de nuevo para salir a la superficie de la vida, poniendo en práctica las herramientas y el conocimiento que adquirimos a lo largo de la vida y que tan celosamente guardamos en nuestra memoria por tanto tiempo. ¡Sí podemos volver a comenzar y hacerlo de una manera exitosa y satisfactoria!

Enfrentar lo desconocido que nos depara la vida cuando nos encontramos en el umbral de un nuevo comienzo, puede ser una de las experiencias más enriquecedoras que hallamos tenido, sobre todo, si estamos abiertos y dispuestos a descubrir el sentido positivo que traerá a nuestra vida. Es importante mantener siempre en forma nuestra capacidad de adaptación a los cambios, pues la esperanza de que nuestra vida transcurra en la comodidad y la seguridad de lo conocido, sin experimentar altibajos o cambios, es una idea que puede volvernos vulnerables e incapaces de aceptar y manejar todo lo inesperado que siempre se presenta en nuestra vida.

El mejor equipaje para recorrer la aventura de la vida consiste en: tener esperanza, curiosidad, un buen sentido del humor, realismo, flexibilidad, confianza en nosotros mismos y sentirnos preparados para superar los obstáculos que se atraviesen en nuestro camino sin tenerle miedo al fracaso.

Nuestra infelicidad puede ser causada por la incapacidad de ver lo que nos gustaría ser o lo que de verdad quisiéramos hacer en un momento dado. Es necesario romper con la pasividad y la inercia que ha envuelto nuestra vida en los últimos meses, para hacer los ajustes y los cambios necesarios en nuestra manera de afrontar la vida, con determinación, voluntad y valor, de manera que podamos retomar el camino de nuestros más ansiados sueños.

Pasos para darte una segunda oportunidad
Primer paso. Recupera la calma: Es muy importante que analices, sin emociones, tu situación para que no tomes una desición radical sólo por dejarte llevar por un impulso o por una serie de emociones negativas. Espera a estar más sereno, especialmente si acabas de experimentar una ruptura sentimental o la pérdida del trabajo, para tomar una buena decisión.

Segundo paso. ¡Prepárate!: Analiza cuáles son los recursos que tienes y en los que podrás apoyarte para iniciar una nueva etapa en tu vida, como: la adaptabilidad, la creatividad o la capacidad económica con la que cuentas para empezar. Sé muy honesto al momento de evaluar y reconocer tus limitaciones y valora tu capacidad de adaptarte a otro medio o situaciones nuevas para ti.

Tercer paso. Elabora un nuevo plan: Este tiene que ser realista y muy acorde con tus posibilidades. Pues si te dejas llevar por la fantasía y las emociones, seguramente te frustrarás al descubrir que la realidad era otra. Es muy importante proyectar hacia adelante las consecuencias de nuestras decisiones de manera que podamos preparar un pequeño plan.

Cuarto paso. Toma en cuenta los riesgos: Cambiar nuestro estilo de vida implica riesgos. Por lo tanto deja siempre abierta una puerta para rectificar el camino si fuese necesario. Aceptar la posibilidad de equivocarnos sin considerarlo un fracaso es una acto de humildad y madurez emocional. Sé flexible frente a lo impredecible que muchas veces se atraviesa entre nosotros y lo que nos hemos propuesto. Recuerda que nunca se avanza en linea recta, por eso mantente siempre dispuesto para buscar alternativas.

Padre y Amigo

En las familias tradicionales, el padre adoptaba el papel de protector y proveedor además del rol de autoridad. En cambio la madre tenía a su cargo las funciones de alimentación e higiene básicamente, asumiendo de forma casi total la afectividad de sus hijos. Pero hoy en día, estas condiciones han ido cambiando, los padres se han involucrado más con sus hijos, tanto en la crianza diaria, como en su educación, adentrándose en los terrenos de la afectividad; un padre ideal juega con sus hijos, los baña, los alimenta, van juntos al cine, y, en general, se interesa por todos los asuntos del niño. Esto hace que sus hijos lo vean más como un padre compinche y amigo que como una figura de autoridad lejana a la que deben temer y respetar.

Los hombres que tuvieron un padre autoritario, frío y rígido, en muchos casos, pasan a convertirse en padres demasiado permisivos con sus hijos como para compensar la ausencia del cariño y el permiso que no recibieroncuando fueron pequeños. Todo esto con la consecuencia inmediata de que sus hijos se conviertan en niños manipuladores y tiranos al perder de vista los límites necesarios para crecer con el sentimiento de seguridad y conciencia que les permita reconocer y valorar todos los regalos esenciales que reciben a lo largo de su vida.

Hoy en día hemos descubierto la importancia que tiene para nuestros hijos la presencia de ambos padres en su educación diaria. Que los niños experimenten el cariño y, al mismo tiempo, la firmeza de un padre que intercambia y comparte las diferentes responsabilidades de su educación con una madre igualmente responsable y amorosa.

Ninguno de nosotros nace con el conocimiento que le permita ser un buen padre, pero lo cierto es que la presencia del amor hacia nuestros hijos hace que se activen automáticamente una serie de pensamientos y sentimientos de protección y responsabilidad hacia ellos. Lo más importante es nuestra actitud, tener la disposición de aprender y crecer junto con ellos para disfrutar más la vida.
Ser padres es un proceso lleno de altibajos, que exige tiempo, dedicación, trabajo y un continuo cuidado. Hay que encontrar en cada uno de nuestros hijos sus cualidades y talentos, porque cada uno de ellos es distinto, para ayudarlos a desarrollar sus potencialidades y al mismo tiempo apoyarlos para que puedan fortalecer sus debilidades. Respetemos su esencia, y aceptemos que son seres libres y autónomos, con derecho a tomar sus propias decisiones y a cometer sus equivocaciones, igual que lo hacemos nosotros. Estemos ahí siempre para brindarles nuestro apoyo incondicional, la comprensión, la paciencia y el cariño necesarios para que aprendan a través de nuestro ejemplo como guías, para afrontar la vida.

Estoy segura de que dentro de ti están los sentimientos y las cualidades perfectas para convertirte en un padre maravilloso, sé que haz realizado muchos esfuerzos por mejorar las condiciones de tu infancia para que tus hijos no sufran las mismas carencias que tú. Pero recuerda que más importante que darles todas las comodidades que te hicieron falta alguna vez, lo es brindarles el cariño constante y el espacio que sólo da un padre comprensivo y tolerante para que ellos encuentren en ti una figura estable y confiable, que les dé la seguridad afectiva que necesitarán a lo largo de la vida.

Claves para tener en cuenta
Los hijos respetan a los padres firmes pero justos, con reglas realistas que ellos puedan entender y aceptar con naturalidad.

Los hijos confían en los padres que admiten sus errores, pues ellos saben que nadie es perfecto y que, aunque sean sus padres, pueden equivocarse. Contarles como éramos y qué nos gustaba hacer de niños, los acercará a nosotros.

Los hijos aman a los padres que expresan sus sentimientos con naturalidad. Que los abrazan, los acarician, aun cuando ya sean adultos, pues para compartir el cariño no hay límite de edad.

Los hijos agradecen que sus padres confíen en ellos a pesar de su edad y que cuando haya una crítica, esté dirigida hacia lo que está mal hecho y no hacia él. Un niño que continuamente es criticado por todo lo que hace sin recibir elogios por sus logros, acabará perdiendo la confianza en él y en la vida. Valoremos el esfuerzo más que el resultado, para animarle a continuar.

Si todavía eres hijo de un padre muy especial, tienes la oportunidad de agradecerle todos sus cuidados y esfuerzos por brindarte lo mejor de él. Perdónale sus errores y acéptalo como es. Te invito a compartir con él un momento de calidad que les permita reafirmar el cariño y la confianza entre los dos. Vivir momentos de calidad llenos de disfrute, aceptación y cariño, fortalece nuestros vínculos familiares y nos produce una grata sensación de haber servido.

Nuestro aporte al mundo

Podemos ser amables, generosos y afectuosos cada día con los demás y sentirnos contentos con nosotros mismos por comportarnos de esa manera. Pero si en algún momento nuestro bienestar comienza a depender de que algunas de esas personas también sean amables con nosotros, seguramente sufriremos y nos sentiremos frustrados porque es muy difícil que los demás actúen como nosotros lo deseamos. Nuestra alegría no depende de que el mundo funcione como cada uno de nosotros quiere ni de que los demás se comporten como nosotros creemos que deberían hacerlo, tampoco depende de que podamos hacer todo lo que nos gusta. La felicidad sólo depende de nuestra capacidad y disposición de ser generosos, amables y afectuosos a pesar de las circunstancias. La alegría y el bienestar interior, nacen de la experiencia consciente y madura de dar y compartir incondicionalmente con los demás lo mejor de nosotros.

Recordemos que lo que hagan nuestros amigos, seres queridos, conocidos y desconocidos está fuera de nuestro control. No podemos hacer que todo funcione como nosotros desearíamos, no podemos cambiar a los demás, aun cuando el beneficio de ese cambio sea para ellos mismos, pero sí podemos ser amables, pacientes, tolerantes, comprensivos, solidarios, responsables, honestos y atentos para hacer el bien y dar nuestro aporte consciente al mundo cada día, a pesar de que los demás no lo hagan o no puedan reconocer lo que nosotros estamos haciendo. Vale la pena hacerlo y nadie nos puede impedir que lo hagamos. Por muy afectada y desequilibrada que esté una sociedad, ésta no puede impedir que una persona continúe haciendo el bien.

¿Cuántas veces nos justificamos en los demás, para no seguir realizando el trabajo de vivir la diferencia? Casi siempre tenemos una excusa o una justificación del porqué hacemos cosas equivocadas o tenemos actitudes que hemos criticado a los demás en su momento. Es vital comprender la importancia que tiene vivir de acuerdo con nuestras creencias y basados en el rescate y la puesta en práctica de nuestros valores esenciales. Los momentos difíciles son los más apropiados para que nos esforcemos en compartir con las otras personas todo lo bueno y especial que hay dentro de cada uno de nosotros. No te dejes desanimar, no le permitas a los demás con sus comentarios negativos o con su comportamiento indolente, mediocre o irresponsable que te contagien y apaguen tus ganas y tu determinación de vivir cada día con alegría, esperanza y valor.

Puedes convertirte en esa persona que con una frase amable y entusiasta suavice y refresque la vida de otra persona, que con su gesto o con su comportamiento le devuelva la esperanza y la confianza en el género humano. Algunas veces podemos ser ese instrumento que motive a otros a recuperar la fortaleza y la determinación de actuar de una mejor manera. No perdamos la oportunidad de hacerlo.

Hoy me levanté, con la alegría de experimentar un nuevo día, con el gozo y la emoción de compartirlo con mi esposo, mis hijas, mis amigos pero, sobre todo, con la expectativa de todo lo que podré compartir con las personas extrañas y conocidas que encontraré en mi camino. Le pido a la Divinidad que pueda estar abierta para percibir todo lo que pueden darme y aportar a mi vida y al mismo tiempo que pueda reconocer la importancia que tiene para ellas el que realice el esfuerzo de ser generosa, amable y afectuosa a pesar de todo lo que esté sucediendo en mi día.

Cada vez que algo nos afecte o nos haga experimentar el rechazo o la negativa a dar... detengámonos a tiempo de revisarnos y preguntarnos: ¿Qué nos pasa?, ¿qué podemos hacer para superarlo, para que no nos afecte como lo hace? De manera que podamos continuar experimentando la felicidad y el bienestar esencial.

Alimenta tu fortaleza interior haciendo uso de todas las herramientas que tienes y conoces para fortalecerte internamente.

l Trabaja la aceptación. Acepta el mundo tal como es.

l Da por el placer de dar. No dependas del reconocimiento o la recompensa que te puedan dar los demás, recuerda que es la Divinidad quien te devolverá lo que entregues. ¡Confía!

l Convierte siempre en positivo todo lo que llegue a tu vida.

l Practica la oración consciente para reforzar tu fe.

l Realiza acciones bondadosas y desinteresadas, aunque te parezcan muy pequeñas.

l Sé amable, atento y cortés en todo momento. Aun cuando algunas personas parezcan aprovecharse de tu bondad y entrega.

Hoy podemos ofrecerle al mundo nuestro compromiso de vivir de un modo que no cree temor, violencia, desánimo o confusión ni en nuestras mentes ni en las mentes de las personas que nos rodean.

Maquillaje para novatas







Trucos que antes eran secretos y las reglas de belleza esenciales que usted no puede obviar. Michele Bender

Haga que su base luzca naturalCompre con cuidado. "Las bases deberían darle un aspecto uniforme a su rostro, no alterar su color", dice Trish McEvoy, autora de The Power of Makeup. Coloque un poco en la mandíbula y verifique su aspecto a la luz del sol. También puede probar el tipo más transparente.

Aplíquese un humectante, deje que la piel lo absorba y luego seque.

Colóquese la base con los dedos o una esponja. Extienda hacia fuera y hacia abajo. Si la aplica hacia arriba se puede adherir a los diminutos vellos, lo que enfatiza el
aspecto de piel de melocotón (y hace que parezca menos natural).

Los mandamientos del rubor
Comience con una brocha grande para rubor, no una de esas diminutas que vienen en el estuche: esas dejan franjas de color demasiado delgadas.

Forme remolinos con la brocha en el rubor, con ligeros golpes deje salir el exceso de polvo y aplique con pinceladas grandes hacia fuera para lograr un matiz natural.

Mírese al espejo. "Suena básico, pero muchas mujeres no lo hacen y el resultado es una franja tosca, nada natural", dice McEvoy.

Una vez por semana, lave la brocha con champú. La persona que usa cerdas sucias luce un aspecto pintarrajeado.

Labial para todo el día
Primero aplique una loción emoliente. Después, usando un delineador que combine con el lápiz labial, trace el contorno de los labios justo dentro de sus bordes.

A continuación, rellene completamente. Luego aplique el labial, presionando la parte plana firmemente sobre los labios, que debe mantener juntos. Difumine cualquier línea con el dedo.

Por último, delinie los labios de nuevo (sí, sobre el labial). Ahora vaya, coma, beba y haga todo lo que quiera: no perderá ese color.

Molesta espinilla
Limpie el área para eliminar toda la grasa. Exfolie suavemente alrededor de la espinilla con un hisopo de algodón húmedo; los movimientos circulares
pequeños remueven células muertas.

Si usa base, aplíquela ahora. Luego coloque corrector (líquido o en barra) con un pincel muy pequeño justo sobre la espinilla, con toques cortos simulando la forma de una pluma.

Con la punta del dedo haga que el corrector entre en la piel. Aun si la espinilla es del tamaño del Monte Fuji, se verá mucho menor una vez que el enrojecimiento haya
desaparecido.

Máscara mpecable
Para cubrir hasta la última pestaña (¡algo complicado!), levante el párpado cerca de la ceja con una mano y aplique la máscara hacia delante y hacia atrás con la otra.

Ocúpese de las pestañas centrales con toques largos hacia arriba.

Aplique desde la raíz hasta las puntas. Esto hace que luzcan absolutamente más largas.

Cómo aplicarla
Primero, limpie el aplicador con un papel secante para eliminar los residuos.

Los humectantes y la grasa natural de la piel pueden hacer que la máscara se corra y manche el área debajo de los ojos. Los tipos a prueba de agua son más difíciles que se desprendan.

Humedezca un algodón con removedor de maquillaje (o aceite para niños o loción humectante) y manténgalo presionado sobre las pestañas por 10 segundos.

Saque hacia abajo un par de veces y enjuague.

Sombra duradera
Aplique un color pálido sobre todo el párpado, con pinceladas hacia fuera.Tome una sombra más oscura con un pincel más pequeño, cuyas cerdas formen un ángulo. Páselo a lo largo de los pliegues y hacia las pestañas con un movimiento suave similar al limpiaparabrisas.

Las brochas que necesita
1. Un pincel para sombra le da a los párpados un toque uniforme de color.
2. Un pincel plano y ancho convierte cualquier sombra en un delineador delicado.
3. Un pincel pequeño afilado le sirve para dar un tono al párpado, los pliegues o las cejas.
4. Una brocha jumbo, elaborada con pelo de cibelina, le da el color más natural a las mejillas.

5. Una brocha esponjosa ayuda a aplicar el polvo de forma uniforme.

Las interrogantes clave

¿Cuál es el tono real de mi piel?
La manera más fácil de decir si su piel es "cálida" (lo que significa que tiene matiz durazno) o "fría" (tonos rosados) es la siguiente: Coloque un lápiz labial cálido, como coral, en la mitad de los labios y uno frío, como un rosa púrpura, en el resto. Instantáneamente sabrá cuál color es el que mejor se adapta a usted.

¿Realmente tengo que usar delineador labial?
Todo depende de lo demás que esté usando. No tiene que llevarlo si tiene un brillo (una línea alrededor de los labios se verá extrañamente mate). "Sin embargo, con un labial brillante sí necesita delinear para mantener el aspecto impecable", dice B.J. Gillian, maquilladora profesional de CoverGirl.

¿Por qué en los salones me quedan las uñas mejor que cuando me las arreglo yo?
Es simple: Las manicuristas usan su mano dominante, usted tiene que usar ambas. Sin embargo, puede obtener resultados profesionales copiando su técnica. Deslice la brocha por el centro de la uña, presionando hasta que las cerdas se expandan. Luego, pinte los lados, levantando la brocha para lograr una línea más fina y precisa.

¿Qué es exactamente un astringente?
A menudo son elaborados con alcohol y remueven las impurezas y la grasa. Probablemente no lo necesitará a no ser que su piel sea grasosa, ya que la mayoría de las cremas y lociones limpiadoras de hoy en día hacen ese trabajo.

¿Cómo mantengo mi manicure?
Aplique crema humectante en las manos antes de pintarse, luego limpie las uñas (no las cutículas) con un algodón húmedo. El esmalte se adhiere sólo a las áreas desprovistas de loción. Cualquier mancha en los dedos se podrá quitar fácilmente.
Los colores rosa pálido duran más tiempo y cuando se desconchan se nota menos.

Polvo eres

l Escoja un polvo que combine con su piel y base, no uno que le añada color.
l Luego de aplicar todo el resto del maquillaje, aplique polvo con una brocha grande o una
esponja. Si usa esponja, sujétela con los dedos
índice y medio, luego presione y pase por el cutis. Haga movimientos desde el centro hacia fuera.
l Pásese sobre el rostro una esponja de maquillaje o un pañuelo de papel para mezclar
todo. ¡Listo!

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